La evangelización tiene tres dimensiones fundamentales: el anuncio, el servicio y la gratuidad, lo ha subrayado el Papa Francisco en su homilÃa, en la Misa matutina celebrada en la Capilla de la Casa Santa Marta.
Las decisiones empresariales no cambian los corazones
Partiendo de las Lecturas bÃblicas del dÃa, el PontÃfice aclara que es el EspÃritu Santo el “protagonista†del anuncio, que no representa una simple “predicación†o la “transmisión†de algunas ideas, sino es un movimiento dinámico capaz de “cambiar los corazones†gracias a la obra del EspÃritu. “Hemos visto los planes pastorales bien hechos, perfectosâ€, precisa el Papa, “pero que no eran instrumentos para la evangelizaciónâ€, porque simplemente era fin a sà misma, “incapaz de cambiar los corazonesâ€.
“No es una actitud empresarial aquello que Jesús nos manda hacer, con una actitud empresarial, no. Es con el EspÃritu Santo. Esta es la valentÃa. La verdadera valentÃa de la evangelización no es una terquedad humana, asÃ… No. Es el EspÃritu Santo que nos da la valentÃa y lo lleva adelanteâ€.
En la Iglesia es necesario servir, no escalar
La segunda dimensión de la evangelización evidenciada por el Papa Francisco es aquella del servicio, dado también “en las cosas pequeñasâ€. De hecho, es equivocada la presunción de querer ser servido después de haber hecho carrera, en la Iglesia o en la sociedad: “el escalar en la Iglesia – agrega – es un signo de que no se sabe qué es la evangelizaciónâ€, “aquel que manda debe ser como aquel que sirveâ€.
“Nosotros podemos anunciar cosas buenas pero sin servicio no es anuncio, parece, pero no es. Porque el EspÃritu no solo te lleva adelante a proclamar las verdades del Señor y la vida del Señor, sino te lleva también a los hermanos, a las hermanas para servirlos. El servicio. Incluso en las cosas pequeñas. Es feo cuando se encuentran evangelizadores que se hacen servir y viven para hacerse servir. Es feo. Serán como los prÃncipes de la evangelizaciónâ€.
La gratuidad de la evangelización
Finalmente, la gratuidad, porque ninguno puede redimirse por sus  propios méritos. “Gratuitamente han recibido – nos recuerda el Señor – gratuitamente denâ€.
“Todos nosotros hemos sido salvados gratuitamente por Jesucristo y por ello debemos dar gratuitamente. Los operadores pastorales de la evangelización deben aprender esto, sus vidas deben ser gratuitas, al servicio, al anuncio, llevados por el EspÃritu. La propia pobreza los lleva a abrirse al EspÃrituâ€.