Barbara Castelli – Ciudad del Vaticano
“La Iglesia es femeninaâ€, “es madre†y cuando falta este rasgo que la identifica se convierte “en una asociación de beneficencia o en un equipo de fútbolâ€. En cambio, cuando “es una Iglesia masculinaâ€, se convierte, tristemente, “en una Iglesia de solteronesâ€, “incapaces de amor, incapaces de fecundidadâ€. Es la reflexión que ofreció el PontÃfice esta mañana en concomitancia con la memoria litúrgica del dÃa que se celebra, por primera vez, tras la publicación – del pasado 3 de marzo – del Decreto “Ecclesia Mater†de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos. En efecto, por voluntad del mismo PontÃfice, esta fiesta se celebra el lunes después de Pentecostés, para “favorecer el crecimiento del sentido materno de la Iglesia en los pastores, en los religiosos y en los fieles, junto a la genuina piedad marianaâ€.
El carácter “maternal†de MarÃa
En su homilÃa, el Papa Bergoglio precisó que MarÃa, en los Evangelios, suele ser indicada como “Madre de Jesúsâ€, y no como “la Señora†o “la viuda de Joséâ€. Y esto porque su carácter maternal recorre todas las Sagradas Escrituras, desde la Anunciación hasta el fin. Una especificidad que han comprendido desde el principio los Padres de la Iglesia. SÃ, porque se trata de una dote que alcanza y rodea a la Iglesia.
“La Iglesia es femenina, porque es ‘iglesia, ‘esposa’: es  femenina. Y es madre, da a la luz. Esposa y madre. Y los Padres van más allá y dicen: ‘También tu alma es esposa de Cristo y madre’. Y en esta actitud que viene de MarÃa, que es Madre de la Iglesia; de esta actitud podemos comprender esta dimensión femenina de la Iglesia que cuando falta, hace que la Iglesia pierda su verdadera identidad y se convierta en una asociación de beneficencia o en un equipo de fútbol, o en cualquier cosa, pero no en la Iglesiaâ€.
No a una Iglesia de solterones
Sólo una Iglesia femenina podrá tener “actitudes de fecundidad†según las intenciones de Dios, que “ha querido nacer de una mujer para enseñarnos este camino de mujerâ€.
“Li importante es que la Iglesia sea mujer, que tenga esta actitud de esposa y de madre. Cuando olvidamos esto, es una Iglesia masculina, sin esta dimensión, y tristemente se convierte en una Iglesia de solterones, que viven en este aislamiento, incapaces de amor, incapaces de fecundidad. Sin la mujer la Iglesia no  va adelante, porque ella es mujer. Y esta actitud de mujer le viene de MarÃa, porque Jesús asà lo ha queridoâ€.
La ternura de una mamá
La virtud que más distingue a una mujer – reafirmó  Francisco – es la ternura, como MarÃa que “dio a la luz a su hijo primogénito, lo envolvió en pañales y lo puso en un pesebreâ€. Y añadió que ocuparse, con docilidad y humildad, son las cualidades fuertes de las mamás.
“Una Iglesia que es madre va por el camino de la ternura. Conoce el lenguaje de tanta sabidurÃa de las caricias, del silencio, de la mirada que sabe de compasión, que sabe de silencio. Y, asimismo, un alma, una persona que vive esta pertenencia a la Iglesia, sabiendo que también es madre debe ir por el mismo camino: una persona dócil, tierna, sonriente y llena de amorâ€.