El Papa a jóvenes de “Economía de Francisco”: poner la fraternidad al centro

En su Videomensaje para el segundo encuentro mundial de jóvenes economistas y empresarios, el Papa Francisco renueva para ellos la tarea de “buscar nuevas formas de regenerar la economía” tras la tragedia del Covid, para que sea “más justa, sostenible y solidaria, es decir, más común”.

Alessandro Di Bussolo – Ciudad del Vaticano

“A ustedes jóvenes, les renuevo la tarea de poner la fraternidad en el centro de la economía” para demostrar, “guiados por el amor del Evangelio”, que “existe una economía diferente”, y que puede ser “más justa, sostenible y solidaria, es decir, más común”. Así se ha dirigido el Papa Francisco a los jóvenes empresarios y economistas protagonistas del segundo evento mundial de la “Economía de Francisco”, esta tarde, retransmitido en directo desde Asís y conectado con 40 ciudades del mundo.

La pandemia ha revelado y amplificado las desigualdades

En su Videomensaje al final de la jornada, el Papa comenzó explicando que había escuchado “las experiencias e iniciativas que han construido juntos” y agradeció a los jóvenes “el entusiasmo con el que llevan a cabo esta misión de dar un alma nueva a la economía”. Subrayó que la tragedia del Covid-19 no sólo “nos ha revelado las profundas desigualdades que infectan nuestras sociedades: también las ha amplificado”. Y recuerda “el gran aumento del desempleo, la pobreza, la desigualdad, el hambre” y la exclusión de muchos de la atención sanitaria necesaria.

No olvidemos que algunos pocos han aprovechado la pandemia para enriquecerse y encerrarse. Todo este sufrimiento recae de forma desproporcionada en nuestros hermanos y hermanas más pobres.

La olvidada relación recíproca entre nosotros y la naturaleza

El Papa Francisco habla de numerosos “fallos en el cuidado de la casa común y de la familia” durante los casi dos años de pandemia, y denuncia que “a menudo olvidamos la importancia de la cooperación humana y de la solidaridad global”, así como “la existencia de una relación de reciprocidad responsable entre nosotros y la naturaleza”.

No somos dueños de la creación, sino custodios

La Tierra nos precede y nos ha sido dada, recordó el Pontífice, y “somos administradores de los bienes, no propietarios”, pero “la economía enferma que mata” surge precisamente “de la suposición de que somos propietarios de la creación, capaces de explotarla para nuestros propios intereses y crecimiento”.

La pandemia nos ha recordado este profundo vínculo de reciprocidad; nos recuerda que hemos sido llamados a cuidar los bienes que la creación da a todos; nos recuerda nuestro deber de trabajar y distribuir estos bienes para que nadie quede excluido. Por último, también nos recuerda que, inmersos en un mar común, debemos abrazar la necesidad de una nueva fraternidad.

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