Papa Francisco: El encuentro con el otro genera grandes cambios

El Santo Padre se reunió con la asociación italiana “Unión Nacional de Discapacitados por el Servicio” invitándolos a transformar las experiencias negativas en positivas como Jesús lo hizo “con el poder del amor de Dios”

Johan Pacheco, Ciudad del Vaticano

El Papa Francisco recibió en audiencia a los miembros de la “Unión Nacional de Personas Discapacitadas por el Servicio” en diversos entes de seguridad en Italia, agradeciéndoles por su compromiso por dar sentido social a sus experiencias y la labor en favor de la paz.

El encuentro se efectuó en la Sala Clementina, estaban presentes más de 200 miembros de “La Unione Nazionale Mutilati per Servizio”, un organismo que presta asistencia a empleados por el Estado italiano que hayan sufrido mutilaciones y discapacidades en acto de servicio y como consecuencia del servicio militar y civil.

El sentido social

El Santo Padre resaltó el valor moral de sus experiencias, que de negativas han querido dar un sentido social. “Todos están invitados a superar la tendencia a encerrarse en sí mismos, en su propia condición, para abrirse al encuentro, al compartir, a la solidaridad. Y esto puede generar grandes cambios, como bien saben”.

“El límite, la carga que hay que soportar permanece como tal, no desaparece, sino que recibe un significado diferente, positivo: delante de tu condición, en lugar del signo ‘menos’, pones un signo ‘más’. Y esto lo pueden hacer juntos, porque se apoyan mutuamente.”

La transformación de lo negativo a positivo, manifestó el Papa, “es uno de los aspectos esenciales del misterio de Jesucristo”. Invitándolos a meditar sobre esto, les dijo: “En resumen, Jesús, con el poder del amor de Dios, transformó el mal en bien, pero no en abstracto, en teoría, sino en sí mismo, en su experiencia personal, en su propia carne. El mal que tuvo que sufrir, culminando en la pasión y muerte en la cruz, lo transformó en sacrificio de salvación para nosotros. Lo hizo por el amor de su Padre, rico en infinita misericordia”.

Indica el Pontífice que “este misterio Jesús lo concretó en la Eucaristía, cuando, sabiendo a lo que se enfrentaba, es decir, a la cruz, dio gracias al Padre sobre el pan y el vino y dejó a los discípulos el sacramento de su sacrificio. Así convirtió el mal en bien, el odio en amor, la violencia en curación”

Promotores de paz

También los invitó a ser una fuerza de paz para la sociedad: “sé que para algunos de ustedes la causa de la incapacidad está vinculada precisamente a una misión de paz, o al cumplimiento de un servicio a la ley y el orden. Y esto enriquece, por así decirlo, el patrimonio moral de su asociación. Pero el compromiso de ser pacificadores se aplica a todos, independientemente de su historia”.

Citando las palabras de Jesús en el Evangelio: “Bienaventurados los pacificadores, porque serán llamados hijos de Dios” (Mt 5,9)”, y lamentado la monstruosidad de la guerra, les preguntó: ¿qué podemos hacer además de rezar?, y los invitó a “afrontar los conflictos evitando toda violencia y opresión”.

El Santo Padre les agradeció por el obsequio que le entregaron, un Crucifijo con la imagen del Buen Pastor. Y finalmente les pidió no olvidar rezar por él.

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