México: Obispos escriben vademécum sobre el papel del sacerdote ante el Covid-19

Se trata de una especie de vademécum espiritual, eclesial y físico sobre el ejercicio del sacerdocio en la emergencia sanitaria por coronavirus. “El sacerdote debe ser un gran puente de unión entre Dios y sus hijos”.

Alina Tufani – Ciudad del Vaticano

“No es un tiempo para relajarnos en nuestra vida espiritual, no nos permitamos bajar la guardia ante este gran riesgo de contagio; estemos atentos a saber cuidarnos y cuidar como buenos pastores de toda la comunidad cristiana que Dios nos ha encomendado”. Estas las recomendaciones de los obispos mexicanos en el documento “El sacerdote ante el gran desafío Covid- 19”, una especie de vademécum espiritual, eclesial y físico sobre el ejercicio del sacerdocio en la emergencia sanitaria.

El sacerdote debe ser un puente de unión entre Dios y sus hijos

El episcopado mexicano propone una reflexión que parte de la naturaleza misma del discipulado donde la presencia del sacerdote en medio de la comunidad  debe ser “un gran puente de unión entre Dios y sus hijos”. De allí la invitación a no caer en “conductas que no den testimonio de confianza” y a saber atender y acatar las disposiciones de las autoridades civiles y eclesiásticas.

“El hombre de hoy y la Iglesia actual – se lee en el texto- se encuentra frente a uno de los más grandes desafíos de su historia, que está causando desorden, incertidumbre, dolor, angustia y muerte”.  Una realidad en la que el ser humano reconoce una vez más su fragilidad y un escenario global, que según los obispos mexicanos, se debe contemplar con esperanza cristiana y con un profundo sentido de fe. “Como discípulos amados de Jesús, que somos testigos de esperanza, más allá́, de buscar razones, culpables o de simplemente emitir nuestros juicios personales ante la situación actual, es el momento oportuno para elevar nuestros ojos al cielo e invocar con fe viva la misericordia de Dios”.

Estar atentos a las fake news

El documento de la Conferencia episcopal mexicana puntualiza, en una veintena de páginas, las actuaciones de los sacerdotes en cada una de las circunstancias que podrían presentarse en el acompañamiento de los fieles en esta emergencia por el Covid-19.  Para los obispos, uno de los retos es la información: “La mala información nos llevará al desorden y al caos y, como ya nos hemos dado cuenta, eso ocasiona desde indiferencia ante el COVID-19 hasta una psicosis colectiva”. Por ello, la invitación a seguir con obediencia las instrucciones dadas para la diócesis.

Cuidado y prevención

El texto se presenta como una guía pormenorizada para los sacerdotes sobre el cuidado y prevención personales, desde el uso de protecciones físicas, como mascarillas, guantes, batas y otros artículos oportunos, hasta las disposiciones sobre cómo realizar el acompañamiento de los fieles en sus casas u hospitales, el mantenimiento de las distancias y las normas de higiene. También propone a los sacerdotes potenciar la lectura espiritual, la reflexión personal y la vida de oración, sin dejar de lado el aspecto psicológico, físico y emocional, invitándolos a hacer deporte, ocuparse de sus hobbies y socializar con los miembros de su comunidad eclesial o a través de las redes sociales.

Buscar el modo de permanecer cercano al pueblo fiel de Dios

“La Iglesia – escriben los obispos – tiene un gran desafío, que el pueblo de Dios no se sienta solo ni abandonado y el sacerdote con espíritu de discernimiento y creatividad pastoral, busque los medios que le permitan mantenerse cercano a las familias que pudieran estar sufriendo en carne propia el flagelo de la enfermedad, o incluso la muerte de un ser querido”. El episcopado mexicano concluye su documento con una invitación a mirar, este tiempo de emergencia, con profundos ojos de fe, e intentar procesar la realidad que se nos presenta como tiempo favorable de salvación.

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