El Papa: “Las competiciones deportivas son ‘encuentros’ y no enfrentamientos”

Discurso del Santo Padre a los miembros del Centro Deportivo Italiano, a quienes recibió en audiencia en la Sala Clementina del Vaticano, con ocasión de su 75° Aniversario de Fundación.

Renato Martinez – Ciudad del Vaticano

“La lucha con los adversarios en las competiciones deportivas siempre se llama encuentro, y nunca enfrentamiento. Este es el mundo con el que soñamos, y que con determinación queremos construir, sobre la base de una competencia sana, que siempre ve en el oponente a un amigo y a un hermano”, lo dijo el Papa Francisco a los miembros del Centro Deportivo Italiano, a quienes recibió en audiencia en la Sala Clementina del Vaticano, este sábado 11 de mayo, con ocasión de su 75° Aniversario de Fundación.

La inmensa fantasía del mundo del deporte

En su discurso, el Santo Padre recordó el encuentro sostenido hace cinco años atrás y dio la bienvenida a todos los miembros de esta Asociación Deportiva; asociación que cuenta con más de un millón doscientos mil miembros y reúne a numerosos clubes y asociaciones deportivas, además de miembros y grupos deportivos parroquiales y oratorios afiliados, presentes en todas partes de Italia. “Las competiciones y actividades que organizan, dirigidas en particular a los más jóvenes, pero abiertas a todos los grupos de edad – señaló el Pontífice – abarcan un gran número de disciplinas, ¡más de cien! No sería capaz de identificar un número tan grande de disciplinas diferentes, y esto me deja imaginar la variedad de sus propuestas y la inmensa fantasía del mundo del deporte, donde cada uno puede encontrar la especialidad por la que se siente más atraído”.

Ofrecer a los jóvenes, un estilo de vida saludable y positivo

El Papa Francisco señaló que, es a través de este gran compromiso con la animación deportiva que el Centro Deportivo Italiano lleva a cabo su misión, la de ofrecer a los jóvenes, a través del deporte, un estilo de vida saludable y positivo, basado en la visión cristiana de la persona y de la sociedad. “El deporte, de hecho – precisó el Papa – es una gran escuela, siempre y cuando se viva en el autocontrol y el respeto a los demás, en un compromiso de superación que enseñe dedicación y perseverancia, y en un espíritu competitivo que no pierda la sonrisa y también entrene para aceptar las derrotas”.

Reglas claras para dar lo mejor de uno

Una gran lección en el deporte, afirmó el Santo Padre, que también nos ayuda a lidiar con la fatiga diaria del estudio y el trabajo, así como con las relaciones con los demás, es que sólo se puede divertirse en un marco de reglas claras. “De hecho, si en una competición  alguien se negara a respetar la regla del fuera de juego, o partiera antes de la señal de salida, o en un slalom saltara unas cuantas banderas, no habría más competición, sino sólo un rendimiento individual y desordenado. Por el contrario – agregó el Papa – cuando te enfrentas a una competencia, aprendes que las reglas son esenciales para vivir juntos; que la felicidad no se encuentra en el desorden, sino en perseguir tus metas fielmente; y también aprendes que ya no te sientes libre cuando no tienes límites, sino cuando, con tus propios límites, das lo mejor de ti mismo”.

“El Centro Deportivo Italiano pretende dar testimonio del valor del deporte como herramienta para promover la acogida, la salud, el empleo, la igualdad de oportunidades, la protección del medio ambiente, la protección de la infancia y la adolescencia, la cohesión y la integración social”

El deporte fomenta una cultura del diálogo

En este sentido, el Papa Francisco se pregunta cómo se puede esperar que el deporte sea la herramienta para resolver tantos problemas y lograr una transformación profunda de nuestra sociedad. “Podemos decir que el deporte – responde el Papa – puede hacer esto porque mejora a las personas y puede fomentar una cultura del diálogo y del encuentro respetuoso”. La lucha con los adversarios en las competiciones deportivas siempre se llama “encuentro”, y nunca “enfrentamiento”, porque al final, aunque es mejor ganar, en cierto modo se ganan ambos. Este es el mundo con el que soñamos, y que con determinación queremos construir, sobre la base de una competencia sana, que siempre ve en el oponente a un amigo y a un hermano”.

Aprender a ver la realidad con los ojos de Jesús

Es por ello, que el Santo Padre evidenció el corazón de la visión cristiana del hombre, que es también la base de la actividad deportiva, un principio que no es abstracto. “La visión cristiana – precisó el Pontífice – significa aprender a mirar a los demás y a las cosas con los mismos ojos de Jesús: ver cómo veía a Jesús. Significa escuchar sus palabras para comprender sus sentimientos y tratar de imitar sus gestos. Estén seguros: del Evangelio viene un mundo más bello y justo, en el que la diversidad de los demás no es motivo de división, sino de crecimiento y de ayuda mutua”.

Sean portadores de esperanza

Antes de concluir su discurso, el Papa Francisco los alentó a vivir con este espíritu en los oratorios y parroquias donde trabajan y a conservar la fe que se les es donada, que es el bien más precioso para su vida. También el Pontífice les animó a ser agradecidos con quienes los educan y acompañan, a los entrenadores, a los educadores, a los padres y a sus familias. “Sean portadores de esperanza en todos los ambientes en los que se encuentren viviendo; y que estén siempre cerca de los más débiles por una discapacidad, para que puedan participar en las diversas actividades junto con los demás y no se sientan nunca excluidos. Acompañen también, con su amistad y apoyo activo, a aquellos de ustedes que participan en proyectos de voluntariado deportivo internacional, que están llevando a cabo en diferentes países y que representan un valioso signo para nuestro tiempo”.

Entradas relacionadas