Papa en S. Marta: no volver a los esquemas del mundo, quitan la libertad

Debora Donnini-Ciudad del Vaticano

En los momentos de la prueba, no volver a los esquemas del mundo que quitan la libertad. Es necesario, en cambio, permanecer en el camino hacia la santidad. Lo recordó el Papa en la Misa matutina celebrada en la Capilla de la Casa de Santa Marta

Ser santo no es tener cara de estampita

El Papa parte de la Primera Lectura del día (1 Pe 1, 10-16) en la que Pedro invita a caminar hacia la santidad: es la llamada a la santidad, que es la llamada normal, es la llamada a vivir como cristianos, es decir, vivir como cristiano es lo mismo que decir “vivir como santo”. Muchas veces pensamos en la santidad como algo extraordinario, como tener visiones u oraciones elevadísimas… o algunos piensan que ser santo significa tener una cara de estampita,…no. Ser santos es otra cosa. Es caminar en esto que el Señor nos dice sobre la santidad. Y , ¿qué es caminar sobre la santidad? Y.. Pedro lo dice: “pongan toda su esperanza en la gracia que recibirán cuando se manifieste Jesucristo”.

Caminar hacia la luz

“Caminar hacia la santidad” consiste, por lo tanto, en caminar hacia aquella gracia que nos viene al encuentro, caminar hacia la esperanza, estar en tensión hacia el encuentro con Jesucristo. Es como cuando se camina hacia la luz: muchas veces no se ve bien el camino porque la luz nos encandila. “Pero no nos equivocamos – nota el Papa – porque vemos la luz y sabemos el camino”. Cuando, en cambio, se camina con la luz a la espalda, se ve bien el camino: en realidad, sin embargo, ante nosotros hay sombra, no luz”.

No regresar a los esquemas del mundo

Para caminar hacia la santidad es necesario “estar libres y sentirse libres”. El Papa advierte, sin embargo, que hay muchas cosas que nos esclavizan. Por esto Pedro exhorta a no conformarse a los deseos de un tiempo “cuando vivían en la ignorancia”. También Pablo en la Primera Carta a los Romanos dice: “no se conformen”, lo que significa: “no entren en los esquemas”:

“Esta es la traducción correcta de estos consejos – no entren en los esquemas del mundo, no entren en los esquemas, en el modo de pensar mundano, en el modo de pensar y de juzgar que te ofrece el mundo, porque esto te quita la libertad”. Y para caminar sobre la santidad, es necesario ser libres: la libertad de ir mirando hacia la luz, de ir hacia adelante. Y cuando nosotros regresamos, como dice aquí, al modo de vivir que teníamos antes del encuentro con Jesucristo, o cuando volvemos a los esquemas del mundo, perdemos la libertad”.

Sin libertad no se puede ser santos

En el Libro del Éxodo se ve, de hecho, cómo muchas veces el Pueblo de Dios no ha querido mirar hacia adelante, hacia la salvación, sino volver hacia atrás. Se lamentaban e “imaginaban la vida bella que pasaban en Egipto”, donde comían cebollas y carne, evidencia Francisco. “En los momentos de dificultad, el pueblo vuelve retrocede”, “pierde la libertad”: es verdad que comían cosas buenas, pero en “el comedor de la esclavitud”.

En los momentos de prueba, nosotros siempre tenemos la tentación de mirar hacia atrás, de mirar los esquemas del mundo, los esquemas que teníamos antes de iniciar el camino de la salvación: sin libertad. Y sin libertad no se puede ser santos. La libertad es la condición para poder caminar viendo la luz adelante. No entrar en los esquemas de la mundanidad: caminar hacia adelante, mirando la luz que es la promesa, en esperanza; ésta es aquella promesa como pueblo de Dios en el desierto: cuando miraban adelante iban bien; cuando sentían nostalgia porque no podían comer las cosas buenas que les daban allí, se equivocaban y olvidaban que allí no tenían libertad.

Los esquemas mundanos prometen todo y no dan nada

El Señor, por lo tanto, llama a la santidad de todos los días. Y hay dos parámetros para saber si estamos en camino hacia la santidad: primero que todo, si miramos hacia la luz del Señor con la esperanza de encontrarlo, y, luego, si cuando llegan las pruebas, miramos hacia adelante y no perdemos la libertad refugiándonos en los esquemas mundanos, que “te prometen todo y no te dan nada”. “Sean santos porque yo soy Santo”: es el mandamiento del Señor. El Papa Francisco lo recuerda de nuevo en la conclusión, para exhortar a pedir la gracia de entender bien qué cosa es el camino de la santidad: “camino de libertad pero en tensión de esperanza hacia el encuentro con Jesús”. Y también, a entender bien qué es volver hacia los “esquemas mundanos que teníamos todos nosotros, antes del encuentro con Jesús”.

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