CEM : Demos posada a quienes más lo necesitan

El 16 de diciembre, dio inicio el novenario de preparación a la Navidad. Con las tradicionales posadas, recordamos de manera especial el peregrinar de la Virgen María y San José en busca de un lugar digno para el nacimiento de su Hijo.

Todos conocemos el desenlace de esta historia, misma que celebramos cada año, y que viene a recordarnos la importancia de abrir nuestros corazones a las necesidades de los hermanos. Bien sabemos que los tiempos actuales son muy diferentes a los que vivió la Sagrada Familia, pero lo que no ha cambiado, es la gran cantidad de hermanos que siguen en busca de un mejor lugar para que su familia tenga lo mínimo indispensable para vivir.

Y así como María y José peregrinaron, así nos encontramos con muchos hermanos que viven la migración, que están en un constante caminar para encontrar trabajo y mejores condiciones de vida. Este tiempo debe ser también el momento para reflexionar en qué tanto estamos dispuestos a colaborar con quienes caminan en busca de un mejor mañana.

Es por esto que las posadas no deben ser solo un momento de reunión en donde se reza y convivir, sino también un espacio para reflexionar y buscar la forma de ayudar a los más necesitados. La convivencia con la familia y los los amigos, especialmente en este tiempo, es la ocasión ideal para unir esfuerzos y solidarizarnos con los más alejados y desprotegidos.

No hagamos de las posadas una fiesta carente de sentido, démosle un significado especial y comprometámonos a trascender en el corazón de aquellos que siguen peregrinando, de los hermanos que desean encontrar el cobijo para nacer a una nueva vida.

Les invito a que nos acerquemos a alguna de las instituciones que ayudan de manera organizada a los hermanos migrantes y a los desprotegidos, y colaboremos con ellos conforme a nuestras posibilidades, siendo conscientes de que al ayudarles de corazón, estamos abriendo un posibilidad para que alguien se aleje de situaciones que pongan en peligro su vida y encuentro un nuevo sentido a su caminar.

Finalmente, deseo invitar a toda la comunidad a la fiesta de nuestra Patrona, la Virgen del Roble. El día de mañana, 18 de diciembre, celebraremos la Santa Misa en su Basílica a las 7:00 p.m., y ahí mismo, impondremos la sotana a los alumnos de reciente ingreso de nuestro Seminario de Monterrey.

Es valioso que, como familia, vayamos a ponernos bajo el manto bendito de nuestra Señora del Roble.

+ Rogelio Cabrera López

Arzobispo de Monterrey

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