VATICANO, 20 Sep. 17 / 04:42 am (ACI).- “Vive, ama, cree, y con la gracia de Dios, no desesperes nuncaâ€. Esa fue una de las lecciones que el Papa Francisco impartió a los jóvenes en una catequesis dirigida de forma personal a ellos durante la Audiencia General celebrada este miércoles en la Plaza de San Pedro.
En un discurso que sorprendió a los presentes por su lenguaje directo y su profundo mensaje optimista y motivador, con el objetivo de animar a los jóvenes a comprometerse con sus vidas y con la sociedad, el Santo Padre detalló 10 importantes lecciones.
1. No te rindas
“Donde Dios te ha plantado, esperaâ€, comenzó Francisco hablando con la segunda persona del singular para dirigirse de forma personalizada a cada joven.
“No concedas espacio a los pensamientos negativosâ€, invitó el Papa. “No te rindas a la noche, recuerda que el enemigo a derrotar no está fuera de ti, sino dentroâ€, aseguró.
El Papa exhortó a profundizar en la propia fe: “Cree firmemente que este mundo es el primer milagro hecho por Dios, y que Dios ha puesto en nuestras manos la gracia de nuevos prodigios. Fe y esperanza permanecen juntosâ€.
2. Cristo espera a cada hombre hasta el final
También insistió en la importancia de buscar la verdad y confiar en ella, “confÃa en Dios Creador, en el EspÃritu Santo que lo mueve todo hacia el bien, hacia el abrazo de Cristo que espera a cada hombre hasta el fin de su existenciaâ€.
Además, recordó que “el mundo camina gracias a la mirada de tantos hombres que han abierto sus brazos, que han construido puentes, que han soñado y creÃdo, incluso, cuando han tenido que escuchar palabras de burla a su alrededorâ€.
3. Tu lucha no es inútil
“No pienses nunca que la lucha que realizas es completamente inútilâ€, indicó. “No creas que en el fin de la existencia nos espera el naufragio. Dios no decepciona, ha puesto la esperanza en nuestros corazones y no la quiere eliminar con continuas frustracionesâ€.
4. Ama a los demás
El Santo Padre recordó la necesidad de amar a los demás, “ámalos uno a uno. Respeta el camino de todos, por lineal o caótico que sea, porque cada uno tiene su propia historia que contar”.
“Cada niño que nace es la promesa de una vida que una vez más se muestra más fuerte que la muerte. Cada amor que surge es una potencia de transformación que anhela la felicidadâ€.
5. Defiende la luz de Jesús
Francisco señaló que “Jesús nos ha confiado una luz que brilla en las tinieblas: defiéndela, protégela. Esa luz única es la riqueza más grande que ha sido confiada a tu vidaâ€.
En otra parte del discurso pidió a los jóvenes que sueñen con un mundo mejor, “un mundo que todavÃa no se ve, pero que sin duda llegaráâ€.
6. Cuida a los pobres
También les pidió que sean responsables con el mundo, con la vida, especialmente con los pobres. “Cada injusticia contra un pobre es una herida abierta, y mancilla tu propia dignidad. La vida no termina con tu existencia, y a este mundo vendrán otras generaciones que sucederán a la tuya y a muchas otrasâ€.
7. Vence al miedo
“Vence al miedoâ€, fue otra de las peticiones del PontÃfice. “Pide a Dios el don de la valentÃa. Recuerda que Jesús venció por nosotros al miedo, nuestro enemigo más grande no puede hacer nada contra nuestra fe”.
“Y cuando te sientas asustado ante cualquier dificultad de la vida, recuerda que no vives solo. En el Bautismo tu vida fue inmersa en el misterio de la Trinidad y por lo tanto perteneces a Jesúsâ€.
8. Recuerda que Jesús vive en ti
No obstante, “si un dÃa te dominase el miedo, o pensases que el mal es demasiado grande para ser desafiado, piensa simplemente que Jesús vive en tiâ€.
9. Ningún error debe convertirse en prisión
Por último, Francisco también aseguró que no hay que desanimarse por lo errores: “Nada es más humano que cometer errores. Si te equivocas, ¡levántate! Ningún error se debe convertir en una prisión para ti“.
10. Si caes, ¡levántate!
“Allà donde estés, ¡construye! Si te caes, ¡levántate! Si estás sentado, ¡ponte en camino! Si la pereza te paraliza, ¡apártate de ella con las buenas obras! Si te sientes vacÃo o desmoralizado, pide que el EspÃritu Santo vuelva a llenar tu vacÃoâ€.
“El Hijo de Dios vino no para lo sanos, sino para los enfermos. Por lo tanto, ha venido también para ti. Y si te equivocas de nuevo en el futuro, no tengas miedo, ¡levántate! Dios es tu amigoâ€, concluyó.