Espíritu sea más fuerte que el miedo al error

La octava Congregación General, celebrada el sábado 12 de octubre por la tarde, concluye la primera de las tres semanas del Sínodo Especial para la Región Panamazónica. El Papa estaba presente en la sala. 166 Padres sinodales participaron en la asamblea.

Vatican News – Ciudad del Vaticano

La centralidad de Cristo para la misión de la Iglesia en la Amazonía. Fue uno de los temas tratados en esta octava Congregación General con la pregunta: ¿cuántas personas conocen el Evangelio? De hecho, la proclamación de la Buena Nueva debe ser central, y no sólo en la Amazonía, sino en todo el mundo. Por esta razón, se esperaba que se crearan equipos para responder a los numerosos desafíos pastorales y poder dar testimonio de la alegría de la evangelización.

Reflexión sobre el celibato y el sacerdocio

La propuesta del viri probati está de vuelta en más de un discurso. En algunas contribuciones se señaló que la falta de vocaciones no es sólo un problema amazónico. Entonces, ¿por qué hacer excepciones exclusivamente para esta región? Se sugirió que se dedicara un sínodo específico a esta cuestión. Se ha observado que muchos cristianos dicen que han sido acogidos por las culturas indígenas precisamente por su celibato. Además -se ha dicho- el mundo actual ve el celibato religioso como el último baluarte que debe ser demolido bajo la presión de una cultura hedonista y secularista. Por lo tanto, es necesario reflexionar cuidadosamente sobre el valor del celibato. También hay quienes han definido como inevitable y deseable para la Amazonía la reflexión sobre nuevos modelos de admisión al sacerdocio. En efecto, si se quiere favorecer el envío de sacerdotes de otras diócesis y regiones, se recomienda la propuesta de ordenar a sabios de probada fe religiosa. Tal hipótesis no afectaría a la comunión en la Iglesia, ni socavaría el valor del celibato. Según algunos, representaría un paso decisivo para la realización de un ministerio ordenado, no de visita, sino de presencia. No se trata sólo de encontrar respuestas a la falta de vocaciones, sino de expresar una Iglesia con identidad amazónica. Este sínodo, se ha sugerido, debería sentar las bases para un nuevo paso porque la fe en el Espíritu Santo debe ser más fuerte que el miedo a cometer errores.

Más mujer, contra todas las formas de clericalismo

El tema de la mujer en la Iglesia ha vuelto esta tarde con la petición de una mayor responsabilidad pastoral y de una participación efectiva de la mujer, incluso en la toma de decisiones. Se pidió un discernimiento para la institución del diaconado femenino en la región. De hecho, hoy las mujeres han adquirido cada vez más espacio en la vida de la comunidad, no sólo como catequistas o madres, sino también como posibles sujetos de nuevos ministerios. Además, la presencia de la mujer, en el signo de la reconciliación y de la alianza, sienta las bases de una Iglesia menos clerical. De hecho, el clericalismo en la Iglesia sigue estando presente hoy y dificulta el servicio, la fraternidad y la solidaridad.

En la escucha del Espíritu Santo, conectados unos con otros

Un Sínodo en constante escucha del Espíritu Santo. Se ha sugerido que esta actitud siempre debe guiar e inspirar la urgente conversión ecológica necesaria para contrarrestar la destrucción ambiental que amenaza al planeta. La creación está de hecho confiada a nuestro cuidado y la Amazonía es el jardín más bello y vital del planeta. Desgraciadamente, existe el riesgo de transformar este “paraíso terrenal” en un “infierno” que podría privarnos de su patrimonio indispensable a causa de los incendios. Caminar juntos significa escuchar “la agonía de la Madre Tierra” y tomar nota de la “violencia del extractivismo etnocida”. El llamado lanzado por las organizaciones indígenas amazónicas es revertir el curso para evitar caer en un precipicio. Todos estamos conectados entre sí. Vivir bien” no significa lujo y bienestar, sino estar atado al prójimo, a la tierra. Hay que rechazar la fragmentación de la existencia humana y condenar la disparidad de las condiciones sociales. La globalización, aunque ha traído beneficios innegables a la vida de las personas, ha abierto la puerta al capitalismo salvaje y al materialismo que han aumentado un consumismo extremadamente dañino. En el mundo desarrollado, se afirma que los productos que se fabrican al precio de la sangre de los pueblos indígenas se pagan a bajo precio. De ahí la llamada a un estilo de vida sencillo, a una conversión ecológica que abarque un comercio más justo en nombre de la justicia y la paz.

El rostro indígena de la vida religiosa

Se han hecho llamamientos para que se preste atención constante al sufrimiento de los pueblos indígenas, cuya existencia en la Amazonía es soberana. Descubrir las semillas del verbo en la cultura y la tradición de la región significa reconocer que Cristo ya vive en el pueblo a evangelizar. El Evangelio, en efecto, no es patrimonio exclusivo de una cultura. Este enfoque fomentará la existencia de una Iglesia indígena y amazónica. Se pide la creación de una nueva estructura regional que sea un vehículo para las experiencias positivas de la red maduradas en la fase pre-sinodal y las novedades inspiradas por el Espíritu durante este Sínodo.  También se destacó el precioso ejemplo de la vida consagrada, que en la Amazonía adquiere un rostro indígena. Religiosos y religiosas luchan juntos por los derechos de los pueblos y sienten la llamada a profundizar y combinar cada vez más, a través de la formación continua, la cultura indígena y la espiritualidad cristiana, promoviendo una ecología integral que proteja al hombre y a la naturaleza.

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