“Ustedes  atestiguan la posibilidad de vivir un sano pluralismo, respetuoso de las diferencias y de los valores de los que cada uno es portadorâ€.
Con este reconocimiento y con el auspicio de caminar como hermanos por el camino del encuentro, el PontÃfice se dirigió a la Delegación de la Asociación “Emouna Fraternité Alumniâ€, a la que recibió esta mañana en la Sala de los Papas del Palacio Apostólico del Vaticano.
La Asociación y el programa “Emounaâ€
La Asociación “Emouna Fraternité Alumniâ€Â nació en el año 2016 dentro del programa “Emouna, el anfiteatro de las religionesâ€. Se trata de un proyecto propuesto e iniciado por el Instituto de estudios polÃticos de ParÃs, con el objetivo de formar a los ministros de culto de las diversas comunidades religiosas y de reforzar los nexos y el conocimiento recÃproco, para asumir el lugar que les corresponde dentro del mundo laico y de la cultura.
Diálogo, contribución a la paz
Con referencia a la Exhortación apostólica Evangelii gaudium y al discurso a los participantes en la Conferencia internacional por la Paz en el Cairo, el PontÃfice ha querido poner de relieve, una vez más, la contribución de las religiones “para la paz en el mundoâ€:
“(…) El diálogo entre los creyentes de las diversas religiones es una condición necesaria para contribuir  a la paz en el mundo. Por lo tanto, los animo a perseverar en su recorrido, estando atentos  a conjugar tres actitudes fundamentales para favorecer el diálogo: el deber de la identidad, el coraje de la alteridad y la sinceridad de las intencionesâ€.
La Religión es parte de la solución
Al animar a los presentes en este encuentro a que hagan “crecer una cultura del encuentro y del diálogo†no construida sobre un “sincretismo acomodadizoâ€, sino nutrido por la comprensión de las diferencias “puesto que el bien de cada uno está en el bien de todosâ€, el Papa Francisco concluyó diciendo:
“La religión no es un problema, sino parte de la solución: (…) Ella nos recuerda que es necesario elevar el ánimo hacia lo Alto, para aprender a construir  la ciudad de los hombresâ€.