Aquà el Santo Padre, sonriente, anunció que tenÃa preparadas catorce páginas con el temor de que se podrÃan aburrir… Tras saludar, ante todo, a los Obispos presentes, a las autoridades y a los queridos hermanos y hermanas que lo esperaban. Palabras con las que dio gracias por la acogida que le habÃan reservado. “Saludo a todos y a cada uno de ustedes†– les dijo el Papa – y agradeció la introducción de MarÃa Voce, Presidenta del Movimiento de los Focolares.
Loppiano como ilustración de la misión de la Iglesia hoy
“Estoy muy contento de encontrarme hoy en medio de ustedes, aquà en Loppiano, esta pequeña ciudad, conocida en el mundo porque ha nacido del Evangelio y del Evangelio quiere alimentarse. Y por esto es reconocida como ciudad de elección y de inspiración de tantos que son discÃpulos de Jesús, y también de hermanos y hermanas de otras religiones y convicciones. ¡En Loppiano todos se sienten en casa!â€.
El Santo Padre explicó que quiso visitarlos porque tal como subrayaba su inspiradora, la Sierva de Dios Clara Lubich, este sitio quiere ser una ilustración de la misión de la Iglesia hoy, como la ha trazado el Concilio Ecuménico Vaticano II. De ahà que Francisco haya manifestado su alegrÃa por poder dialogar con ellos, para enfocar, cada vez más, en la escucha del designio de Dios, el proyecto de Loppiano al servicio de la nueva etapa de testimonio y anuncio del Evangelio de Jesús a la que el EspÃritu Santo nos llama hoy.
Individuar los caminos a seguir para encarnar la profecÃa del inicio
Durante este cordial encuentro el PontÃfice respondió a tres preguntas. También les dijo que, obviamente, conocÃa con anticipación su contenido. La primera referida a cómo vivir este perÃodo, esta fase nueva después del tiempo de la fundación, en que de alguna manera ha pasado ya “el tiempo del primer amorâ€, por lo que ahora se interrogan acerca de cómo individuar los caminos a seguir para encarnar – en la cambiada situación del presente – “la profecÃa de los iniciosâ€.
“Esta pregunta – dijo el Santo Padre – me la plantean ustedes, los ‘pioneros’ de Loppiano, quienes hace más de cincuenta años, y después poco a poco en los decenios sucesivos, se lanzaron a esta aventura, dejando sus tierras, sus casas y sus lugares de trabajo para gastar su vida aquà y realizar este sueño. Gracias por lo que han hecho, ¡gracias por su fe en Jesús!â€.
Tras haber hecho algunas consideraciones, a partir de la Carta a los Hebreos, dirigida a una comunidad cristiana que vivÃa una etapa de su camino semejante a la de Loppiano, Francisco les pidió que no abandonen su frescura, a la que está reservada una gran recompensa. Y añadió que con el marco de la memoria, tienen sólo necesidad de perseverancia, para que, hecha la voluntad de Dios, obtengan lo que les ha sido prometido.
Plasmar un rostro nuevo de la ciudad de los hombres
Jesús – agregó Francisco – no sólo ha redimido al individuo, sino también a la relación social, por lo que tomar seriamente este hecho, significa plasmar un rostro nuevo de la ciudad de los hombres según el designio de amor de Dios. Por esta razón les dijo también el Papa, Loppiano está llamada a ser esto. Y puede tratar, con confianza y realismo, de ser cada vez mejor. Esto es lo esencial. Y desde aquà es necesario siempre volver a partir. Entre los consejos del Papa: no olvidarse del humorismo. Siendo siempre sinceros y francos y sin caer en la charlatanerÃa.
Construir un liderazgo que indique nuevos caminos
La segunda pregunta la dirigió un colombiano que allà vive, para interpelar al Papa acerca de la contribución, fresca y creativa, que él cree que deban dar las escuelas de formación y la realidad académica con la que cuentan, para construir ese liderazgo que indique nuevos caminos.
En Loppiano se vive la experiencia de caminar juntos con estilo sinodal
El Santo Padre respondió ante todo que en Loppiano se vive la experiencia de caminar juntos, con estilo sinodal, como Pueblo de Dios. Y dijo que ésta es la base sólida e indispensable de todo: la escuela del Pueblo de Dios donde quien enseña y guÃa es el único Maestro y donde la dinámica es la de la escucha recÃproca y el intercambio de los dones entre todos.
A la última pregunta, referida a cómo puede Loppiano actualizar hoy su misión, el Papa Bergoglio los invitó a levantar la mirada hacia el horizonte, junto a él, para ver con fidelidad confiada y con creatividad generosa el futuro que comienza ya hoy. También les dijo que la historia de Loppiano está en sus comienzos, puesto que es una pequeña semilla que, sin embargo, ya ha brotado con fuerza, si bien debe robustecer sus raÃces para dar frutos más sustanciosos aún en su servicio a la misión del anuncio y de la encarnación del Evangelio de Jesús que la Iglesia, hoy, está llamada a vivir.
Humildad, apertura, sinergia y capacidad de riesgo
Humildad, apertura, sinergia y capacidad de riesgo, les pidió el Papa, recordándoles que las urgencias, con frecuencia dramáticas, que nos interpelan de todas partes no pueden dejarnos tranquilos, sino que nos piden el máximo, confiando siempre en la gracia de Dios.
Estar siempre abiertos al soplo del espÃritu Santo y emprender con coraje los caminos nuevos que Él sugiere. Y hacerlo con fidelidad creativa. Sà porque como concluyó diciendo Francisco, “todos estamos llamados a ser artesanos del discernimiento comunitarioâ€. Es éste – dijo el Papa – el camino para que también Loppiano descubra y siga, paso a paso, la vÃa de Dios al servicio de la Iglesia y de la sociedad.