El Papa Francisco desarrolló su reflexión a partir de la Primera Lectura propuesta por la liturgia del dÃa en la que el Apóstol Santiago escribe que “su fe, puesta a la prueba, produce pacienciaâ€.
La paciencia no es resignación o derrota
Pero ¿qué  significa ser pacientes en la vida y ante las pruebas? Ciertamente no es fácil comprenderlo, observó el Papa, haciendo una distinción entre la paciencia cristiana y la “resignación†y la actitud de la “derrotaâ€, mostrándola en cambio como la “virtud†de “quien está en caminoâ€, no de quien está “detenido†y “cerradoâ€:
“Y cuando se va por el camino suceden tantas cosas que no siempre son buenas. A mà me habla de la paciencia como virtud en camino la actitud de los padres cuando llega un hijo enfermo o minusválido, cuando nace asÃ. ‘¡Pero gracias a Dios que está vivo!’: éstos son los pacientes. Y llevan durante toda la vida a ese hijo con amor, hasta el final. Y no es fácil llevar durante años, años y años a un hijo minusválido, a un hijo enfermo… Pero la alegrÃa de tener a ese hijo les da la fuerza para ir adelante y esto es paciencia, no resignación: es decir, es la virtud que viene cuando uno está en caminoâ€.
El impaciente rechaza e ignora sus propios lÃmites
El Papa Francisco se preguntó si hay alguna otra cosa que pueda enseñarnos la etimologÃa de la palabra “pacienciaâ€. Y dijo que su significado lleva consigo el sentido de la responsabilidad, porque el “paciente†– explicó – “no deja el sufrimiento, lo lleva consigoâ€, y lo hace “con gozo, regocijo, ‘perfecta alegrÃa, como dice el Apóstolâ€:
“Paciencia significa ‘llevar consigo’ y no encomendar a otro que lleve el problema, que lleve la dificultad: ‘La llevo yo, ésta es mi dificultad, es mi problema. ¿Me hace sufrir? ¡Ciertamente! Pero lo llevo’. Llevarlo. Y también la paciencia es la sabidurÃa de saber dialogar con el lÃmite. Hay tantos lÃmites en la vida, pero el impaciente no los quiere, los ignora porque no sabe dialogar con los lÃmites. Hay alguna fantasÃa de omnipotencia o de pereza, no sabemos… Pero no sabeâ€.
La paciencia de Dios acompaña y espera
Y la paciencia de la que habla Santiago – explicó el Papa Francisco – no es  un “consejo para los cristianosâ€. “Si miramos la historia de la Salvación†– prosiguió – “podemos ver la paciencia de Dios, nuestro Padreâ€, que ha conducido y llevado adelante a su “pueblo testarudo†cada vez que “hacÃa un Ãdolo e iba de una parte a la otraâ€. Y paciencia es también aquella que el Padre tiene con “cada uno de nosotrosâ€, “acompañándonos†y “esperando nuestros tiemposâ€. Dios también ha enviado a su Hijo para que “entrara en pacienciaâ€, “tomara su misión†y se ofreciera “con decisión†a la Pasión:
“Y aquà pienso en nuestros hermanos perseguidos en Oriente Medio, expulsados por ser cristianos… Y ellos están orgullosos de ser cristianos: han entrado en paciencia como el Señor ha entrado en paciencia. Con estas ideas, tal vez, podamos  rezar hoy, rezar por nuestro pueblo: ‘Señor, da a tu pueblo la paciencia para cargar con sus pruebas’. Y también rezar por nosotros. Tantas veces somos impacientes: cuando una cosa no va, regañamos… ‘Pero detente un poco’, piensa en la paciencia de Dios Padre, entra en paciencia como Jesús’. Es una bella virtud la paciencia. Pidámosla al Señorâ€.