Satisfacción de los obispos estadounidenses por el reconocimiento de la objeción de consciencia en el Obamacare

“Un retorno al sentido común, a una antigua práctica federal y a la pacífica convivencia entre Iglesia y Estado”. Los obispos de los Estados Unidos saludan con satisfacción el anuncio dado por el gobierno Trump el pasado 6 de octubre, de introducir una “amplia exención moral y religiosa” de las obligaciones de seguro previstas por el Obamacare, la reforma sanitaria del Presidente Obama.

Después de una añosa prueba de fuerza que involucró también a la Corte Suprema, los entes y las organizaciones confesionales no estarán más obligados a suscribir seguros sanitarios para los propios empleados que prevean incluso el reembolso de servicios abortivos y contraceptivos, contraviniendo de este modo a los propios principios éticos.

Para los obispos la medida anunciada no es una innovación sino que “corrige una anomalía normativa que jamás debería haber existido y que no se debe repetir”.  Y  en una nota firmada por el Cardenal Daniel N. DiNardo, arzobispo de Galveston-Houston y Presidente de la Conferencia episcopal estadounidense (Usccb)  y por Mons. William E. Lori, arzobispo de Baltimore y Presidente de la Comisión Episcopal para la Libertad Religiosa,  los obispos afirman que “estas medidas son una buena noticia no sólo para las organizaciones involucradas sino para todos los americanos. La medida coercitiva de un gobierno que obliga a las personas a hacer una elección imposible entre la obediencia a la propia conciencia y la obediencia a la llamada a servir a los pobres, es dañina no sólo para los católicos, sino para el bien común. La libertad religiosa es un derecho fundamental para todos y cuando se ve amenazada para algunos, está amenazada para todos”.

(MCM-RV)

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