Misioneros de la esperanza de Cristo, con el Rosario de la Virgen María y San Francisco Asís. Bendición del Papa a peregrinos del mundo

(RV).- Con su bienvenida y aliento, el Papa Francisco reiteró en sus palabras a los peregrinos de tantas partes del mundo, que participaron en su audiencia general, que los cristianos estamos llamados a misionar la esperanza en el mundo.

E hizo hincapié en  que octubre es el mes que la Iglesia universal dedica a las misiones y es también el mes del Rosario, rezo al que Nuestra Señora de Fátima invitó de forma especial, por la Iglesia y por el mundo:

«Quiero recordar que hace 100 años en Fátima, en cada una de las seis apariciones, la Virgen pedía: ‘Quisiera que cada día recen el rosario’. Respondiendo a su pedido, recemos juntos por la Iglesia, por la Sede de Pedro y por las intenciones de todo el mundo. Pidamos perdón por los pecados. Oremos por la conversión de los que dudan, por cuantos niegan a Dios y por las almas del purgatorio ¡A todos los que rezan el Rosario los bendigo de corazón!

El Santo Padre saludó cordialmente a los peregrinos de lengua árabe, en particular a la delegación llegada desde Egipto, para la bendición de un icono que describe la huida a Egipto de la Sagrada Familia, y recordó el viaje que realizó a esta nación, que visitó el 28 y 29 de abril de 2017:

«Recuerdo con afecto mi Visita Apostólica a vuestra tierra buena y su pueblo generoso; tierra en la que vivieron San José, la Virgen María, el Niño Jesús y tantos profetas; tierra bendecida a través de los siglos por la sangre preciosa de los mártires y de los justos; tierra de convivencia y de hospitalidad; tierra de encuentro, de historia y de civilización. ¡El Señor los bendiga a todos ustedes y proteja vuestro país, Oriente Medio y al mundo entero de todo mal y de todo terrorismo y del maligno!

San Francisco de Asís y el cuidado de la creación, el sufrimiento de los enfermos y las familias. En el día del santo fundador de la Orden Franciscana, el Papa recordó su ejemplo en las palabras que dirigió a los jóvenes, a los enfermos y a los recién casados:

«Hoy celebramos la fiesta de San Francisco de Asís. Que su ejemplo de vida fortalezca en cada uno de ustedes, queridos jóvenes, vuestra atención hacia la creación; que los sostenga a ustedes, queridos enfermos, aliviando vuestra fatiga cotidiana; y que los ayude a ustedes, queridos recién casados, a construir su familia sobe el amor caritativo».

(CdM – RV)

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