VATICANO, 25 Sep. 17 / 04:43 am (ACI).- El Papa Francisco recordó que el cristiano vive en constante espera del encuentro con el Señor, y destacó que esta visita del Señor hay que esperarla con esperanza, “que es la virtud más humilde de todasâ€.
En la Misa celebrada en la Casa Santa Marta este lunes, el Santo Padre reflexionó sobre lo que significa el verbo “visitar†en las Sagradas Escrituras y sus implicaciones en la historia de la salvación.
Esa esperanza de recibir la visita del Señor sitúa al cristiano en un estado de tensión, sin embargo, lejos de ser algo negativo es un sÃntoma de buena salud espiritual, ya que un cristiano que no está en tensión esperando ese encuentro con el Señor, “es un cristiano cerrado, inmerso en el trastero de la vida, sin saber qué hacerâ€.
A partir de la lectura bÃblica en la que, tras la liberación del pueblo de Israel de su esclavitud en Egipto, Dios visita a los israelitas y los lleva a la tierra prometida, el PontÃfice destacó que “cada liberación, cada acción redentora de Dios, es una visitaâ€.
“Cuando el Señor nos visita nos da alegrÃa, es decir, nos proporciona un estado de consuelo. Eso nos lleva a la alegrÃa. SÃ, se han sembrado lágrimas, pero ahora el Señor nos consuela y nos da ese consuelo espiritual. El consuelo no sólo se produjo en aquella época, es un estado de vida espiritual de todo cristiano. Toda la Biblia nos enseña estoâ€.
El Papa, en su homilÃa, animó a esperar esa visita de Dios, “en los momentos de más debilidad, pero también en los de fortaleza, porque el Señor nos hará sentir su presencia siempre, con el consuelo espiritual, llenándonos de alegrÃaâ€.
“El consuelo del Señor toca dentro de ti y te impulsa a aumentar la caridad, la fe y la esperanza, y también te lleva a llorar por tus pecados que han llevado a la cruz a Jesúsâ€, señaló.
“Cuando miramos a Jesús, a la Pasión de Jesús, nos hace llorar por Él. Te eleva el alma hacia las cosas del Cielo, hacia las cosas de Dios y, también, tranquiliza el alma en la paz del Señor. Este es el verdadero consueloâ€.
El consuelo “no es un divertimentoâ€, aunque recordó que “el divertimento no es una cosa mala, sino que es buena, somos humanos y debemos tener divertimentosâ€, pero “el consuelo te lleva y te hace experimentar la presencia de Dios y reconocerle como el Señorâ€, concluyó.